lunes, 20 de febrero de 2012

Un enchufe de cocina de campo aguanta cantidad…


Más de una vez se nos cortó y se sigue cortando la luz, porque no aguanta la potencia de los cacharros o de las luces, o vete tú a saber.
Una vez fuimos a una boda en el campo. Nos pusieron dos remolques de tractor y a la hora de enchufar nos dijo el padre de la novia:
-         Ahí mismo, el enchufe de la cocina que hay al lado del frigorífico, es el que cae más cerca…
Cuando empezamos a tocar por la noche cayó una rociá de las buenas y, con el suelo de hierro de los remolques mojados, empezaron los calambrazos. Tuvimos que parar para poner unos cartones y subirnos encima.
Killo, toda la noche sin un corte, ni con los calambrazos saltaba el automático (si es que había), y no se recalentó ni el cable…
Así que cada vez que Ambrosio dice – llevamos tropecientos amperios, hay que separar la línea del sonido de la línea de las luces, que haya toma de tierra…- los demás le decimos  ¡venga ya…¡


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios: