miércoles, 29 de febrero de 2012

El primer afinador


Kiko Veneno nos vio más de una vez en los ensayos y en directo, y siempre nos decía lo mismo: “afinar las guitarras, cabrones, afinar”…
Y es que por entonces afinábamos de oído, a base de dejar una nota fija en el órgano y darle vueltas a la clavija del bajo o de la guitarra hasta que nos sonara igual. Y eso de sonar igual dependía del número de cubatas que cada uno llevara esa noche…
Nos enteramos que había un aparato que se conectaba a la guitarra o al bajo y tenía una aguja que indicaba si estaba afinado. Peazo de invento, seguro que es de un japonés. Así que nos hicimos con el primer afinador y desde entonces cuando desafinamos le echamos la culpa a la pila del afinador.


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