Por aquel tiempo, el “Muro” de Pink Floyd estaba pegando
tela.
Esa introducción de helicóptero era una pasada…
Un día de los que íbamos a la tienda de Pepe Vera vimos un
aparato azul con un montón de potenciómetros.
¿Pepe qué es esto? – Un ecualizador, llévatelo y lo pruebas.
Aquello tenía que ser el no va más, tantos botones…
Seguro que hacía todo tipo de sonidos y ruidos.
Lo enchufamos a la guitarra y empezamos a darle a todos los
botones, para arriba, para abajo, y la guitarra sonaba más grave, más aguda,
pero aquello no hacía helicópteros ni ruidos raros…
Tuvimos que esperar a comprar el Arp-Axe, el primer “sinte”
de verdad.
Aquello sí que hacía de todo, desde una flauta a cualquier
sonido, helicópteros, viento, etc…
La pega era que los sonidos no se podían grabar, había que
fabricarlos sobre la marcha a base de poner un montón de potenciómetros en una
posición.
Así que Juanito se hacía sus apuntes y movía todos aquellos
controles en directo y sobre la marcha.
Claro, con las prisas y los cubatas, algunas veces salía un
helicóptero y otras más bien se parecía a un Pascuali cogiendo perla.
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