jueves, 23 de febrero de 2012

Nos tomaron por ladrones…

Queríamos cambiar algunos instrumentos para hacernos con un equipo de voces mejor.
Nos enteramos que en Sevilla había una tienda grande, con muchísimos instrumentos, y que recogía equipos de segunda mano.
Avisamos a nuestro amigo Domingo, el transportista oficial, para llevar los cacharros a Sevilla a ver cuanto nos daban por los instrumentos viejos.
-         En cuanto termine de repartir el “pescao” estoy en el ensayo.
Cargamos los instrumentos en la furgoneta que estaba sin lavar y en pleno mes de Julio.
Llegamos a Sevilla y a la una de la tarde estábamos en la puerta de la tienda.
Había un señor, muy bien vestido y algo serio tocando un órgano. Le planteamos lo que queríamos, cogió papel y bolígrafo y salió con nosotros a ver los instrumentos.
Domingo abrió la puerta de la furgoneta, y la “caló” de Sevilla hizo que el tufazo del “pescáo” le diera de golpe al señor de la tienda, que pegó un bote para atrás.
¿Esto no será robao? ¿Ustedes tendrán factura de todo, no?
Total que el tío nos daba tres perras por “tos” los aparatos.
Y mientras tomábamos una cervecita, a la vuelta, le preguntaba Morales al Canti:
- Killo, ¿por qué decía el tío ese lo de las facturas?
Y el Domingo se estornillaba a carcajás...

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